Que las historias vaguen por el mundo siendo libres.

De las cosas que más me molesta escuchar en los medios, en las escuelas o en la sociedad, es lo siguiente: “Es que la mayoría de los mexicanos, no tiene el hábito de leer”… para esto, se aplica el “tomar las cosas de quien viene”, y sólo queda reír con la ironía presenciada, si se escucha en un programa de los medios habituales, ya qué los que aparecen en ellos, demuestran que en efecto, ellos están en esa mayoría.
Ahora bien, poniéndose a pensar y a voltear al entorno, encontramos que sí, son muy pocas las personas que se ven en los vagones del metro con un libro en la mano, porqué periódicos y revistas, sin duda por todos lados se observan ciudadanos atendiéndolos, pero libros, no muchos.




Una razón que encontré preguntándome el porque yo tampoco he leído muchos libros es la siguiente: Que tiempo si lo tenemos, pero lo qué no se tiene son energías o ganas para hacerlo, ya qué el mexicano promedio pasa la mayor parte de su tiempo en el trabajo, por lo qué es factible culpar a las corporaciones de esto, que son tan absorbentes con trabajos de hasta 12 horas al día que a uno no lo quedan ganas de llegar a casa, agarrar un libro y descansar con la imaginación estimulada, sino sólo eso, dormir para estar “listo” para la rutina del día siguiente, y qué mejor para el gobierno, ya qué le conviene tener a la gente sin una visión más allá de la que tiene para que sean más fáciles de manipular.

Por eso me llamó la atención la campaña (otra) Bookcrossing, que ya había sido mencionada en el Tomo 2 de la Revista R&R, en el artículo hecho por El Patas titulado: “¡Empieza una Revolución! ¡Libera un libro!, la cual consiste tomar un libro que a uno le haya gustado demasiado y que desee que alguien más sea conocedor de esa historia dejando el libro en un lugar público con la intención de que sea encontrado y recogido y que ese alguien nos notifique el paradero del mismo, o que le pareció la historia, pidiéndole que haga lo mismo al finalizarlo.

Me parece muy buena la idea, ya qué de alguna manera se esta haciendo que la gente que encuentra la obra se comprometa a leerlo (en caso de que funcione) y las historias sean liberadas 2 veces, es decir: que sean conocidas por uno y después se dejen libres para que cada vez sean mas y mas los que se fascinen al leerlas. Yo por lo pronto, iniciaré liberando esta maravilla:

2 comentarios:

F dijo...

Órale. Bastante chido este post, morro, ya la estás levantando. Ja.

Oye y no he leído este libro aunque me ha perseguido desde que leí o escuché que fue el último libro que mató el asesino de Lennon antes de matarlo (no sé como se llama el diablo, ni me importa).

Pero bien, voy a liberarte yo mi libro, el que estoy leyendo actualmente y que me parece super pasado de verga.

Se llama 2666 y es del chileno Roberto Bolaño.

Ea, pues.

Contra los necios y los ignorantes, contra los chavos que dicen "qué hueva el arte we, qué hueva la literatura we, qué hueva, etc". No queda más que decirles: "qué pena me das" o mejor ni decirles nada.

¡Lectores de todos los países, uníos!

F dijo...

Fe de ratas.

Debe decir: el último libro que leyó el asesino de Lennon.

Chia.

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